Un candasín acaba de romper moldes en el diseño de la lencería femenina con una picante pieza: Bracli. El producto, que va a ser comercializado en tiendas de lencería, ha despertado un interés inusual.
Éste era el comienzo de una noticia publicada el 7 de Noviembre de 1996 en el periódico “El Comercio”